Tavernes Alboraia, Benimaclet, Huerta de Valencia

 

Mírame, estoy casi junto a ti. Cuando tu civilización ni siquiera era un esbozo, yo ya nací aquí. Amplia, llana, fragmentada en múltiples geometrías fértiles, con mil y un lugares donde reposan y brotan las semillas. Puedes tocarme, sostener en tus manos los frutos estacionales que viven en mi piel, nutrida y regada. Escucha tus pisadas sobre mis surcos de tierra, camíname. En mí, siglos tras siglos, se han oído las voces que me habitaron y ahora casi callan. A veces, los susurros de las olas devuelven en forma de brisa con perfume a salitre algunos girones del agua recibida. Soy anciana, soy sabia. No me olvides, conóceme. Quiero regalarte la vida en cada bocado y que disfrutes del festín de sabores de los alimentos que te ofrezco. Siénteme, puedo formar parte de ti como energía inagotable. Estamos tan cerca, que puedes ser yo, y puedo ser tú. Vísteme bella cada día. Ahora, quiéreme.

 

Raquel Clausí